En un momento en que todo estaba prohibido, el Señor y la Señora se reunieron para formar una compañía de espíritus.
¿El resultado? Tres ginebras compuestas, cada una con una identidad muy específica.
Señor Enebro. Muy fresco, enebro combinado con notas cítricas.
Señor Hazel. Cálido y envolvente, gracias al toque de avellanas.
Señora Irpinia. Espumoso, como las hierbas de las tierras de Irpinia.