Las bayas de enebro (Juniperus communis) son la base indispensable de la ginebra. Su aroma es único, suave y amaderado con un ligero regusto resinoso y un componente balsámico. Úsalos en la cocina para cocinar y batir carnes y pescados, pero también en algunos postres, en bebidas, en Gin Tonic: será un auténtico placer para el paladar.