Para las tardes de invierno, en compañía del silencio, un buen libro y un cómodo sillón... y sobre todo una perfecta meditación amarga envejecida en barrica. Todo lo necesario para una degustación refinada en total relajación, dejándose llevar por los aromas alpinos de Amaro Rangoni...
Reciba un correo electrónico cuando este producto vuelva a estar disponible